Shingeki no Kyojin #36: Asalto (Confianza y lucha mental)

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Shingeki no Kyojin #36: Asalto (Confianza y lucha mental)

Creo que es evidente el por qué el opening nos muestra a tantos animales al final, sobre todo a animales extintos. Darwin, hablando de la selección natural en su Origen de las Especies nos dice que “el objeto más excelso que somos capaces de concebir, es decir, la producción de animales superiores, resulta directamente de la guerra de la naturaleza, del hambre y de la muerte.”. Si se quiere sobrevivir hay que luchar, “alguien tiene que mancharse las manos con sangre” como sostiene Bertholdt. Ahora bien, en la naturaleza se encuentra la prevalencia del más fuerte, sea el individuo más fuerte o el grupo más fuerte. Por ello, cabe destacar que son también importante las “alianzas”, más no la “amistad”. Incluso, como lo comenté en la serie Parasyte: “…vale seguir la reflexión de Shinichi: “Tal vez no haya otra especie que sea ‘amiga’ del hombre”. Siendo sinceros, entre las especies no hay amistad sino solo un pacto de alianza, no hay amigos, solo aliados (lo que no quiere decir que hayan excepciones entre algunos integrantes dentro de todas y cada una de las especies –caso Shinichi y Migi). Los aliados se necesitan interesadamente y ninguno se siente superior al otro.” Lo mismo sucede en la pseudo-especiación que se da dentro de la comunidad humana. Incluso hoy en día parece peligrar la amistad y prevalecer las “alianzas”.

La pseudo-especiación hace referencia a nuestra tendencia “tribalista”, la comunidad humana no es nunca exactamente una “comunidad”: hay muchos grupos que se forman internamente y actúan como especies distintas. Entre estas “pseudo-especies” suelen existir alianzas más más que amistades. ¿Por qué rayos hablo de esto? Pues porque desde un inicio –diálogo Ymir e Historia– se habla de aliados más que amigos –a esto último más hace referencia Connie–. En la serie vemos dos pseudo-especies muy marcadas: titanes y humanos, ambos luchan a muerte para sobrevivir. Según lo entendido, ellos tienen más ventaja de sobrevivir fuera de las murallas: “fuera de las murallas hay esperanza”. Pero aun así, parecen no estar tan felices que digamos. Y es que para el ser humano (y los titanes también son humanos) la cuestión no es solo sobrevivir, el vivir por el vivir no satisface al ser humano. Nosotros necesitamos dar un sentido a nuestra vida y, básicamente, necesitamos creer: CREER EN EL OTRO, CONFIAR EN SUS PALABRAS Y ACTOS. Por ello también somos la especie a la que más le duele, enfada, impacta y decepciona el engaño. Por cierto, existen un tipo de engaño y/o decepción que es propia del ser humano: LA MENTIRA (ya mencioné que incluso llegamos a mentirnos a nosotros mismos, llegamos a creer en nuestras mentiras).

La traición a la confianza, a menos que seas de piedra, produce miles de conflictos en los sentimientos y pensamientos de los que la padecen y los que la realizan. Tal vez por eso Dante en su Divina Comedia nos muestra que los mayores castigos se dan al pecado de la Traición al que te hizo un bien. Con ello se entiende bien el conflicto mental que padecen Reiner y Bertholdt, y también sus excompañeros. Pero con ello también viene la interrogante, ¿podrá existir una real confianza entre Ymir e Historia, siendo éstas más aliadas que “amigas”? Ambas son interesadas, pero padecen de un interés muy existencial: necesitan la confianza más elemental que obedece a nuestro natural gregarismo. Necesitan confiar la una en la otra, esa es su salvación mutua, para seguir sobreviviendo no solo como animales, sino también como seres humanos.

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Otro punto que quería tocar es el caso de Mikasa, la fuerza. Sabemos que Mikasa es poder bruto y que actúa por impulso, a Mikasa poco o nada le importa la falta a la confianza perpetrada por Reiner, Bertholdt e Ymir, le importa únicamente el arrebato de su ser más querido. Ella es capaz de quitar vidas y dar su vida por Eren (la voluntad), pero como hemos apreciado no fue mucho lo que hizo al acudir solo a su fuerza. Quien logró vencer, agrietar, la defensa del enemigo fue Armin (la inteligencia) paradójicamente apelando (manipulando) la confianza y el tribalismo del humano, a quien le cuesta sacrificar a un compañero y aborrece al que le causa daño (evidentemente esto sobrepasa los límites cuando se trata de la persona amada).

Entonces, si pudo lograr resultados ¿Armin hizo más que el intentar sacrificar la vida por Eren? Sí, sacrificó su paz mental, su coherencia. Aquél que siempre trató de calmar las aguas, tuvo que convocar la peor tormenta… tuvo que “herir” a Bertholdt y Reiner con sus palabras, generar intranquilidad y hasta odio en ellos. Terminó por cortar definitivamente todo lazo con aquellos que algún día fueron sus compañeros. El Armin que busca la unión, el orden, tuvo que dividir y desordenar para lograr su objetivo. Es un sacrificio muy humano, y viable en esos momentos críticos de supervivencia. Y es que, en cuestiones de vida o muerte, hay que apelar a todo, no hay normas éticas: la guerra es asesinato organizado, donde muchas veces, la fuerza bruta no es suficiente para vencer, se necesita también saber luchar y asesinar mentalmente, usar la inteligencia.

Gracias a los locos que me leen, hasta la próxima.

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Shingeki no Kyojin #35: Niños (Asesinos irresponsables)

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Shingeki no Kyojin #35: Niños (Asesinos irresponsables)

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“La historia registrada del Homo sapiens en general no habla de un trato benevolente de los invasores con los residentes, y es probable que la naturaleza humana no haya cambiado ni un ápice desde la época de los cromañones…La conclusión es que, como sea que hayan interactuado el Homo neanderthalensis y el Homo sapiens en Europa, el resultado final es claro: en un periodo relativamente corto, los neandertales desaparecieron para siempre” (TATTERSALL, Ian, El mundo desde sus inicios hasta 4000 a.C. México, D. F., Fondo de Cultura Económica, 2014, pp. 175-176). ¡Asesino, Asesinos! Gritad esto a los humanos y se mentirán a sí mismos, si no mintiéramos tampoco seríamos humanos, pero sin coherencia caeríamos en la locura… ¡Qué difícil es ser humano!

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¿Y si somos sinceros, reconocemos nuestras tendencias “oscuras” y aplicamos medidas para amilanarlas? He aquí el camino responsable del ser humano. Para regresar a la serie y a este capítulo muy ilustrativo, podemos decir que todos tendemos a ser titanes (por naturaleza), baste cualquier catalizador y sencillamente nos transformamos… más aún hoy en día. Y cuando nos “transformamos”, o sencillamente nos “descubrimos”, lo que más nos agrada es matar (comer) a nuestro semejante (psicológicamente y hasta físicamente). Nuestra tendencia asesina se confirma en nuestros parientes más cercanos, los chimpancés, por ejemplo, que casi por gusto y por cuestiones de poder van de cacería de sus semejantes y llegan a comérselo (hay demasiados estudios y documentales sobre ello). Tal vez también nos comimos a nuestros “hermanos” neandertales, agradezcamos por ello a nuestra técnica e intelecto que nos permitieron y permiten tener mejores armas, para matar.

Ah, pero la muerte también nos causa horror, nada más nefasto que un ser cercano a nosotros muera o el tener conciencia de que nuestra vida es finita. Por ello el humano también posee creencias (sean de razón o de fe), unas que frenan su tendencia y calman su temor; y, lamentablemente, otras que la justifican e incluso la propagan.

Reiner y Bertholdt parecen tener una justificación (la necesitan) para el genocidio que cometieron. Pero hay algo más, algo más triste y peligroso: al convertirse en titanes no recuerdan los asesinatos que comenten. Esto les “facilita” de un modo u otro el “cargar con los muertos”. Es como apretar un botón y después percatarte que la bomba ha matado a miles de personas para luego repetir que todo fue por el fin de acabar con una guerra. Matar casi se convierte en un juego de niños donde no existe responsabilidad, característica del hombre adulto.

El “modo o estado titán” maximiza la pavorosidad humana, maximiza los instintos y disminuye la capacidad reflexiva humana. Quita las creencias que atan a la bestia, no dejes que sea honesta, castiga la coherencia, condena la confianza, coloca vanas justificaciones y objetivos a los excéntricos y al resto solo quítale todo raciocinio, arrasa toda responsabilidad y así tendrás lindos y hermosos titanes. Eh aquí nuestro mundo de titanes, tal vez una maldición eterna por haber llegado tan “alto” matando todo lo que encontrábamos en el camino, incluso a nosotros mismos. Se me viene a la mente parte de una canción “y te enseñaré a vencer a tu enemigo / que no son los demás / eres tú, ¡¡eres tú!! / hay que fracasar / y a veces fondo tocar / para ver la luz / y esta vida apreciar…” (Mägo de Oz, “El Atrapasueños”). No es ésta mi postura pero creo que sí es la línea que toma la serie y esperemos que nos muestre el porqué es más valiosa y preferible la vida humana con todas sus complejidades y no la vida de un titán.

Por otro lado, dado que la serie misma nos lo deja como un punto a desarrolla en un futuro, quedará pendiente los comentarios sobre quién es Krista. Es un hecho que es una “máscara” que da sentido o salvación a la Historia, mejor dicho a Historia, su verdadero nombre y su “verdadero ser”; sin embargo, creo que habrá más por decir de esta metáfora en capítulos posteriores.

Gracias a los locos que me leen, hasta la próxima.

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Shingeki no Kyojin #33: Perseguidores (La voluntad coherente atrae a la fuerza e inteligencia)

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Creo que muchos ya conocen mi analogía de Mikasa (fuerza), Eren (voluntad) y Armin (inteligencia); es más, esta triada es naturalmente intuida dado que es demasiado evidente y yo solo muestro lo obvio. A ellos les he dedicado muchas reflexiones, pero es menester seguir completando más detalles.

Había señalado que “La inteligencia y la fuerza son limitadas, la voluntad no. La voluntad sin inteligencia es ciega. La voluntad sin fuerza, inútil. La inteligencia sin voluntad es débil y patética. La fuerza sin voluntad no tiene impulso ni objetivo. Si tienen en cuenta todas estas cuestiones parece que todas concuerdan con las actitudes de cada uno nuestros tres personajes principales. Aunque, solo por aclarar, debo añadir que entonces la voluntad requiere de la adquisición de fuerza e inteligencia, la fuerza requiere adquirir inteligencia y voluntad, por último, la inteligencia requiere adquirir voluntad y fuerza. Por esto, si bien nuestros personajes tienen un valor o rol respectivo, también como individuos ya los hemos visto adquiriendo lo que les hace falta y lo seguirán haciendo. Esperemos eso. Por el momento Mikaza y Armin se han quedado sin Eren. La fuerza y la inteligencia han perdido lo más valioso que pueden tener”. Y eso ha pasado nuevamente, ¿cuántas veces ya? Parece que muchas (desde que eran niños). Y es que aún siguen siendo niños, bueno, adolescentes. Es por ello que, incluso un ex-soldado inútil y borracho, pero con años de experiencias a cuesta, es capaz de reorientarlos y darles lecciones, así como darles esperanza.

De la perspectiva de Hannes es que extraigo lo siguiente: En efecto, Eren es la voluntad, pero no una simple voluntad de vivir, sino la voluntad de vivir correctamente y coherentemente como ser humano, respetando valores, normas. Sin embargo, dado lo impulsivo de su naturaleza, es común que se enfrente solo a lo que cree incorrecto y rompa ciertas normas para tratar de que se respeten otras, generando un mayor tumulto, dado que no tiene la fuerza para imponerlas ni la inteligencia para controlarse y buscar salidas más efectivas. Y, entonces, ¿para qué sirve una voluntad impulsiva pero coherente, si al final resulta inútil? La voluntad coherente atrae a la fuerza e inteligencia, porque genera CONFIANZA. ¿Cómo no creer en aquél cuyo modo de vida es una completa coherencia entre lo que dice y hace? ¿Cómo no creer en aquél que aún destrozado las veces que sea sigue siendo tenaz en lo que defiende? Hoy en día es relativamente fácil encontrar gente “fuerte” y gente “inteligente”, pero ¡vean! ¿Dónde hay gente coherente entre tantos actores enmascarados? ¿Quién los busca? En medio del derroche de la teatralidad incluso asusta una voluntad coherente dado que se muestra como si fuera algo no natural, algo que no va con lo común.

Sin embargo, como ya sostuve en mi comentario del capítulo 29: “una comunidad realmente humana se mantiene si hay CONFIANZA entre sus integrantes, de lo contrario estaría en grave peligro de desintegrarse y perecer”. Por ello, clave es la voluntad coherente, pues sin ella la fuerza y la inteligencia no logran mantener la humanidad.

Bueno, parece que este fue mi elogio a Eren (¿?) y no quería dejar de hacerlo (con tanto bullyng que le hacen). Tal vez esté olvidando algunos otros detalles del episodio pero creo que he abarcado el tema más importante, de forma clara y breve.

Gracias a los locos que me leen, hasta la próxima.

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Shingeki no Kyojin #29: Soldado (Autoengaño, teatro, sinceramiento)

ADVERTENCIA: Ver el episodio antes de leer el siguiente rollo.

Los seres humanos somos seres gregarios, necesitamos de nuestro prójimo. De aquí que una comunidad realmente humana se mantiene si hay CONFIANZA entre sus integrantes, de lo contrario estaría en grave peligro de desintegrarse y perecer. Esto es más peligroso cuando hablamos de épocas de guerra y conflictos, pues está en juego la supervivencia del grupo y, en el caso de SnK, la SUPERVIVENCIA DE LA HUMANIDAD.

El SOLDADO (una versión más modesta de lo que fue el hoplita), ha de transmitir a sus compañeros esa confianza de que no luchan solos y que siempre estará resguardando sus espaldas; lo mismo, él ha de tener la plena confianza de que sus compañeros harán lo mismo. Pero esto no lo hacen por puro altruismo, sino porque así todos ganan y la «eficacia» de sobrevivir se acrecienta. De aquí que también no sean muy productivos los actos individuales, sino los grupales.

El GUERRERO (un Aquiles, por ejemplo) también transmite confianza a los demás, pero actúa de modo más individual, persigue la gloria y el honor para sí (aunque diga que es para a quien representa: Rey, Estado, pueblo, etc.). Puede bien proteger la espalda de otro, pero buscará más seguir su camino solo o con un pequeño grupo.

Teniendo en cuenta esto, se puede entender mejor lo Berthold señala sobre Reiner; sin embargo, habría que aclarar que, en la milicia, como en toda guerra por la supervivencia, hay actos individuales que favorecen al grupo y, por ende, no son reprochables, sino que incluso son loables, me refiero a los actos que siendo individuales «demuestran» desprendimiento de individualidad.

Para ilustrar esto tomaré parte de la respuesta que di a un comentario que me hicieron respecto al episodio 26: «…lo que es mejor para la reproducción individual no siempre lo es para la de los genes o grupos de genes, y lo que es mejor para la especie no siempre maximiza la reproducción de los individuos» (Richard Alexander – Darwinismo y asuntos humanos). Parafraseando ello, podría decirte que la supervivencia individual no siempre es preferible a la supervivencia grupal (y esto es por genética)… El gen «egoísta» en exceso, nunca triunfa…» Por ello, tiene que armar un buen teatro, el individuo gana mucho ejecutando ciertos actos «altruistas» (de negación de individualidad), dado que así se perpetúa en los que sobreviven (en el «súper-gen»). Por supuesto, los que sobreviven han de tener la dicha y casi la obligación de realmente sobrevivir.

Entonces, tiene mucho sentido cuando Ymir reclama a Christa que «los superiores no murieron para darle una excusa para suicidarse» por muy bonito que sonase el haber querido morir junto a ellos. Morir para que te alaben, eso no lo persigue ni un soldado ni un guerrero, tal vez sí un «mártir» pero los «mártires» no sirven de nada en una guerra de supervivencia (del más apto o más fuerte). La cuestión es luchar para ganar no para perder.

Cito nuevamente a Richard Alexander: «Es extraordinario que los seres humanos no sólo no hayan logrado comprender en el curso de la historia que han evolucionado para maximizar su reproducción, sino que incluso hoy día nieguen tal posibilidad de la manera más vehemente. Aunque la idea resultase ser absolutamente errónea -lo que parece improbable por lo que hemos visto ahora-, todavía podríamos maravillarnos de la hostilidad que genera. Yo diría que esta actitud se debe en parte a la importancia que damos a lo que nuestros semejantes piensan de nosotros. Nadie es menos atrayente como compañero que aquel del que sabemos que es extremadamente egoísta, que sólo piensa en su propio interés, o que es un embustero, un mentiroso que engaña con todo descaro y en las circunstancias en que el beneficio para él es mayor. Además, cualquiera que sea la imagen de nosotros mismos que pueda haberse generado en nuestra mente hasta ahora, se ha elaborado sin el conocimiento de las unidades subgenómicas que le sirven de base… el ser humano… es un maestro de engañar a los demás… cada uno de nuestros egoísmos individuales y los conflictos que se desprenden de estas singularidades han creado un medio social en el que, paradójicamente, la única manera de poder maximizar nuestros propios intereses y engañar con éxito es negar de continuo -al menos en ciertos ambientes sociales- que estamos haciendo esas cosas. Al transmitir la impresión de que no pretendemos engañar, y de que en realidad somos altruistas y tenemos los intereses del prójimo en el corazón, en realidad fomentamos (evolutivamente) nuestro propio egoísmo. Creo que nuestra habilidad general para crear engaños y detectarlos ha hecho poco menos que imposible que los individuos se beneficien del engaño premeditado en situaciones sociales corrientes, y ello por la probabilidad de detección y desenmascaramiento, y, posiblemente, de severo castigo. Y, como consecuencia de ello, en la elaboración social de guiones hemos evolucionado hasta engañarnos incluso a nosotros mismo acerca de nuestras verdaderas motivaciones».

Durante todos estos episodios vemos pues este derroche de TEATRALIDAD por parte de muchos, ¿por qué habría de sorprendernos si todos buscan sobrevivir? Pero, ¿y la CONFIANZA? Ah, la confianza no niega nuestro egoísmo, al menos si la mayoría persigue ciertas cosas semejantes, que tienen un peso significativo. ¿Y qué peso más significativo que sobrevivir? Todos en SnK buscan sobrevivir, entonces no estamos entrando en cuestiones circulares y enredadas. Con todo lo visto, habría que recordar y remarcar algo: Sí, todos buscan sobrevivir, pero no del mismo modo y con los mismos medios.

¿Sobrevivir como SERES HUMANOS o como UN MEJOR TIPO SER? ¡Sigamos asistiendo al teatro! ¡Al teatro donde poco a poco todos se van quitando las máscaras! Un mundo semejante al nuestro, un mundo donde todo se va a asincerando, y mostrando sus artimañas y fines.

Gracias a los locos que me leen, hasta la próxima.

Shingeki No Kyojin #26: «Titán Bestia» (Introducción a la 2da Temp)

Advertencia: Ver el episodio antes de leer el siguiente breve comentario (es breve porque es introductorio).

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Desmond Morris, en las primeras líneas de introducción de su clásico “El mono desnudo”, no dice lo siguiente: “Hay ciento noventa y tres especies vivientes de simios y monos. Ciento noventa y dos de ellas están cubiertas de pelo. La excepción la constituye un mono desnudo que se ha puesto a sí mismo el nombre de Homo sapiens.  Esta rara y floreciente especie pasa una gran parte de su tiempo estudiando sus más altas motivaciones, y una cantidad de tiempo igual ignorando concienzudamente las fundamentales. Se muestra orgulloso de poseer el mayor cerebro de todos los primates, pero procura ocultar la circunstancia de que tiene también el mayor pene, y prefiere atribuir injustamente este honor al vigoroso gorila. Es un mono muy parlanchín, sumamente curioso y multitudinario, y ya es hora de que estudiemos su comportamiento básico”. En contraposición, o tal vez semejanza, los titanes de Shingeki no Kyojin son también monos desnudos pero que actúan como bestias y, aún más interesante, la diferencia entre este nuevo tipo de “monos” lo hará un titán que posee pelo y al que paradójicamente se le llama “bestia” siendo este el que más se asemeja a los humanos. ¡Vaya detalles!

En esta oportunidad me doy el lujo de comenzar por el final porque sencillamente es lo que más ha impactado en el inicio de la continuación de esta serie, por lo demás todo ha sido un recuerdo: una reintroducción. Pero no hay que subestimar este nuevo preámbulo.

El libro se abre, la historia comienza y nos vuelve a sumergir en el miedo… el miedo del Homo sapiens, el miedo de sentirse presa, de sentirse dominado y humillado, sentirse el animal más indefenso de toda la fauna, tengas la inteligencia que tenga. El mayor ejemplo de esto es Hanji Zoe, la que por amor a sus investigaciones es naturalmente intrépida y aparentemente sin temor a nada, pero hay límites: lo desconocido es ilimitado y potencialmente terrorífico. Esto se agrava cuando los de tu misma especie se encargan de ocultarte muchas, muchísimas cosas importantes.

Hay cosas que nadie se las imagina y efectivamente se las encuentra, pero como señala Erwin, hay cosas que simplemente se las des-cubre, puesto que previamente algunos las han cubierto, de este modo: “hay gente que lo sabe y gente que no”. Hay cosas que son de conocimiento público, y otras que son de conocimiento restringido. Ahora bien, que exista esto no es “malo” por sí mismo; es más, esto es necesario. Es como cuando nos preguntamos por el “poder”, el poder no es bueno o malo, es una cuestión necesaria que alguien lo posea, lo bueno, correcto, incorrecto, malo, etc., deviene de para qué se utilice el poder. Entonces, la interrogante sería: ¿para qué se oculta tal o cual información, sabiduría, técnica, “verdad”?

Se está en una lucha por la supervivencia, el ocultar información solo es justificable si apoya a esta necesidad básica en estas circunstancias, pero siempre está latente ese sentimiento de que aquí el poder y el ocultamiento de información no ayudan a esta necesidad… Se puede gritar que la humanidad no está perdida sino hasta cuando deja de pelear, pero si la humanidad nunca tuvo las de ganar porque dentro de ella misma está el enemigo ¿qué podemos esperar? ¿Acaso solo queda terminar gimiendo y llorando mientras nos descuartizan y comen?

Modo desnudo, Titán bestia, miedo y ¿esperanza? Volvió Shingeki no Kyojin espero seguir esta gran historia con ustedes.

Gracias a los locos que me leen.